Todos somos mestizos, empezando por los españoles
Fue a partir de la Edad del Hierro cuando se establecieron (en España) pueblos originarios de distintos lugares, especialmente del Mediterráneo, que dejaron su impronta en el territorio peninsular. En el extremo sudoccidental se asentaron los tartesios (1200 a.C.), cuya procedencia es aún imprecisa. A ellos les siguieron grupos de origen indoeuropeo, entre otros, cronológicamente, los griegos, que se asentaron en la costa mediterránea con la fundación de colonias como Rodas o Ampurias; los fenicios, en el sur, donde fundaron la ciudad de Gadir (Cádiz); los iberos, establecidos originariamente en la costa suroriental, y los celtas (posteriormente denominados celtíberos), que, procedentes del centro de Europa, se asentaron en el norte peninsular y alcanzaron la meseta castellana. A ellos se debió la fundación de la mítica ciudad de Numancia.
En el siglo III a. C., los cartaginenses llegaron a la Península procedentes de Cartago, ciudad del norte de África, tras ser derrotados por Roma en la primera guerra púnica (237 a. C.). Dirigidos por Amílcar Barca, y después por Asdrúbal y Aníbal, ocuparon el valle del Guadalquivir y el litoral levantino, donde fundaron Carthago Nova (Cartagena). Poco después comenzaron los enfrentamientos con el Imperio romano y con los pobladores autóctonos (...). Se iniciaba así la segunda guerra púnica. El objetivo de Aníbal era llegar a la península Itálica y se dirigió con sus tropas hacia el norte, mientras Roma enviaba un ejército que desembarcó en Ampurias (218 a. C.) y estableció en los alrededores su base de operaciones -lo que actualmente es Tarragona-. Desde allí reconquistaron Sagunto, descendieron hacia el valle del Guadalquivir, tomaron la capital cartaginesa y fundaron Itálica, muy próxima a la actual Sevilla. Poco después se dio por finalizada la guerra y los cartagineses fueron expulsados de la Península.
Un mito muy extendido es que Hispania -nombre romano que recibieron los territorios peninsulares- se encontraba en la periferia del Imperio. Desde el punto de vista geográfico es innegable, pero la pertenencia a la estructura imperial proporcionó a la Península las primeras fuentes escritas, el latín las leyes, la administración territorial la estructura social, la base cultural, una economía más desarrollada y, posteriormente, la religión, que ha sido la base de la civilización occidental. Su integración fue tan grande que llegó a constituir una de las partes principales del núcleo de poder de Roma, y probablemente fue la región más "romanizada" de todo el Imperio después de la propia península italiana.
Los primeros años no fueron fáciles para Roma, que sofocó duramente los sucesivos levantamientos de los pobladores celtíberos y lusitanos (...) Ya desde el primer siglo de la era cristiana, la élite de Hispania jugó un papel importante en la vida política y cultural de Roma. Trajano, el primer emperador no nacido en la península italiana (98-117), era originario de Hispania, como también lo fue su sucesor, Adriano (117-138). Senadores, escritores, pensadores y ciudadanos ilustres compartieron el mismo lugar de nacimiento, como Séneca o Quitiliano. También fue en esta centuria cuando el emperador Vespasiano concedió el derecho de ciudadanía latina -ius latti- a las provincias de la Península (año 78)
Hasta el último cuarto del siglo V, los visigodos intervinieron en Hispania como aliados del Imperio romano de Occidente, ayudando a sus gobernantes en las luchas contra diversos pueblos germánicos que invadieron la Península. Durante los primeros años del siglo, oleadas de suevos, vándalos y alanos acabaron poco a poco con la autoridad romana...
En el 711 llegaron los árabes, y España ha sido un crisol en el que se formó una cultura y una etnia que, trasladada a América, hizo de sus tierras un nuevo crisol que, mestizando genes y culturas, dio lugar a las naciones y culturas hispanoamericanas.
Tomado del Grupo de Despertar Hispano
Es absurdo hablar de genocidio en el contexto de la conquista de América - Fernando Cervantes
Los conquistadores españoles fueron unos monstruos ávidos de sangre y riqueza que cometieron un terrible genocidio en América Latina y la saquearon sin piedad.
Esa es la visión más extendida de la conquista de América, la más aceptada.
Pero en su nuevo libro, "Conquistadores: una historia diferente" -publicado en español por la editorial Turner Noema-, el historiador mexicano Fernando Cervantes, se atreve a contestarla.
A lo largo de 534 páginas (casi un centenar de las cuales corresponden a notas y bibliografía) y basándose en fuentes primarias como diarios, cartas, crónicas, biografías, encomios y tratados elaborados tanto por los conquistadores y sus defensores como por sus críticos y en muchos casos poco conocidos, Cervantes hace una relectura de la conquista de América que va claramente a contracorriente.
"Nuestra percepción de los conquistadores ha acabado enredada en un mito extrañamente pertinaz, que ve en la historia de España poco más que la crónica de una crueldad al servicio de la reacción política y el fanatismo religioso", señala en la introducción del libro.
BBC Mundo conversó con Cervantes, profesor de estudios de la Edad Moderna en la Universidad británica de Bristol y especializado en la historia intelectual y religiosa de la España y la América española de la Edad Moderna, en el marco del HAY Festival de Arequipa, donde estará discutiendo su postura.
Es indudable que hubo masacres terribles en la conquista de América…
Por supuesto, las hubo.
¿Y las calificaría de genocidio?
El genocidio se produce cuando una raza mata a otra raza. Y en las masacres que se dieron en la conquista de México y en la conquista de Perú también participaron abrumadoramente indígenas.
Pero no una nación indígena con una conciencia indígena, sino un mosaico de pueblos indígenas que hablaban diferentes idiomas y tenían diferentes culturas.
Cortés se dio perfecta cuenta de eso, de que existía un sentimiento de opresión por parte de algunos pueblos indígenas respecto a otros, y en seguida se ganó a los tlaxcaltecas.
Cuando en su camino a Tenochtitlan los españoles llegaron a Cholula surgió el rumor de que estaban a punto de atacar a los españoles.
Cortés dio la orden de atacar, pero los que lo hicieron de forma despiadada fueron los tlaxcaltecas, que querían vengarse de los cholultecas, un pueblo del que eran súper enemigos.
Ocurrió lo mismo en Texcoco y en todo el proceso de la conquista de Guatemala, que fue una conquista indígena.
¿La conquista de Guatemala fue una conquista indígena?
Claro. Todo el mundo cree que Pedro de Alvarado conquistó Guatemala. Él empezó, sí, pero regresó a México y España y dejó allí un desastre, porque todos los grupos indígenas andaban a golpes los unos contra los otros.
La conquista de Guatemala fue una conquista casi cien por ciento indígena, con líderes indígenas.
Hablar de genocidio en ese contexto no tiene sentido, porque es un término moderno basado en cómo entendemos hoy biológicamente la raza. Pero en esa época no existía ese concepto.
Conviene recordar la carta que cuando estaba en Jamaica Cristóbal Colón le escribió a Fernando de Aragón, cuando la reina Isabel ya estaba muy enferma.
En esa carta le pedía a Fernando que por favor mandara más reses, maíz, aceite de oliva y vino, porque decía que si seguían comiendo casabe y roedores se iban a poner de color café y se les iba a caer la barba.
Pensaban que la raza era algo que se adquiría, que si vivías como los indígenas te volvías indígena. No era en absoluto el concepto de raza que tenemos ahora.
Las enfermedades, las epidemias que llevaron los españoles al Nuevo Mundo, ¿causaron tanto daño como las masacres?
Muchísimo más. Esa fue la principal causa de la despoblación de América.
A los españoles de hecho les preocupaba, porque no es que quisieran acabar con los indios: los necesitaban como mano de obra, como vasallos, etcétera. No les convenía en lo más mínimo acabar con ellos.
Sin duda, muchos también murieron en las masacres de las guerras, porque en las guerras siempre hay atrocidades, que vienen de los dos lados.
Pero hay que pensar en los números: los españoles estaban en completa minoría.
Claro que tenían caballos, cañones, espadas, etcétera, pero los indígenas aprendieron a montar a caballo y a usar las espadas con una rapidez impresionante.
En la conquista de México los indígenas ya estaban muy bien armados. Fue terrible lo que sucedió en la conquista de Tenochtitlan, pero insisto en que fue una conquista protagonizada en su gran mayoría por indígenas.
Por tanto, no se puede hablar de genocidio; es absurdo hablar de genocidio.
Cuando Colón regresó a España de su primer viaje, llevó consigo a algunos indígenas a los que había hecho esclavos, pero según cuenta en su libro los Reyes Católicos ordenaron que fueran devueltos a su lugar de origen con la estricta orden de no permitir que nadie los revendiera. ¿No querían esclavos en el Nuevo Mundo?
No, querían súbditos.
Pero más que una cuestión humanitaria era una cuestión jurídica, porque estaba completamente aceptado que si el dominio de esas tierras se había atribuido al patronato real, los indígenas eran por definición vasallos y no podían ser esclavizados. Hacerlo era jurídicamente un crimen.
Pero eso no quiere decir que no existiera la esclavitud en el mundo hispano.
Por supuesto que existía, solo que los esclavos tenían que venir de regiones que no estaban bajo el dominio de la corona. Y también había estipulaciones muy, muy claras respecto a los esclavos.
Otro punto controvertido en la conquista de América es la cristianización. ¿Se obligó a los nativos a bautizarse, a hacerse cristianos, condenando a muerte a muchos de los que se negaban?
Todo el mundo dice que el cristianismo se impuso por la fuerza en América, y por supuesto que hay ejemplos de actitudes recalcitrantes en contra de la idolatría, etc, pero de las fuentes primarias surge muy poca intolerancia.
Fue un proceso muchísimo más interesante y mucho más gradual, más de acomodación y de respeto a la heterogeneidad, a la diversidad, donde por lo general se respetaba todo lo que existía si no iba completamente en contra de los postulados del Evangelio.
Por eso los sacrificios humanos, el canibalismo y la poligamia fueron tan difíciles de tratar.
Los frailes eran muy prudentes en cómo iban imponiendo las cosas; se sentían herederos del legado de la antigüedad tardía y citaban muchísimo la carta que le escribió el Papa Gregorio Magno a San Agustín de Canterbury, donde le dice que no cometa el error de tirar templos, de destruir lo que hay ahí.
Pero además, ¿cómo iban a imponer el cristianismo por la fuerza? ¿con qué recursos si poblaciones como las de México tenían 20 millones de habitantes, y los españoles eran 1.000 escasos y 12 frailes?
Obviamente no podían.
Lo que sí que no es leyenda negra es el saqueo económico del nuevo mundo para financiar a la corona española, sobre todo en las guerras que libraba, ¿no?
Sí, aunque hay aclarar también que para los indígenas de América el oro y la plata no eran moneda, no significaban un poder económico. Eran estrictamente metales decorativos que sabían trabajar.
Pero no era algo que les llamara la atención desde el punto de vista económico, porque el suyo era un sistema completamente diferente, basado mucho más en el intercambio en especie que en moneda.
Pero sí, hubo un saqueo terrible, sobre todo en Perú, donde Pizarro fundió todos los tesoros para mandar lingotes de oro a la corte española.
Eso fue algo que causó mucha indignación, también entre las autoridades de España.
Ahora bien, muchísimos historiadores, sobre todo de la escuela marxista de los años 60 y 70, pensaron que el sistema de extracción de oro era el fundamento del imperio, pero realmente nunca lo fue.
Hasta bien entrado el siglo XVIII la mayoría de la riqueza se quedó en América, y en América había elites muy prósperas.
Mi libro lo termino con un testimonio de Alejandro von Humboldt, el polifacético alemán que viajó a la Nueva España a principios del siglo XIX, y que describe a la Ciudad de México como la ciudad de los palacios.
No tenía duda de que el centro de la civilización occidental estaba ahí, no en Estados Unidos. Había ido a Boston, a Filadelfia, a Nueva York, pero México era en esa época 20 veces más grande y muchísimo más importante, con una prosperidad realmente notable.
¿Por qué nos hemos olvidado de eso? Solemos pensar que los españoles llegaron, saquearon y son los responsables de todos los males de la América Latina moderna, incluida la marginación de los indígenas, que todavía se ve a todas luces.
¿Y no lo son?
La realidad es que la legislación española y todas las leyes de Indias garantizaban autonomía a las comunidades indígenas.
Fue en el siglo XIX cuando acabaron con todo eso, porque la legislación liberal se basaba en los derechos del hombre en abstracto, sin tener en cuenta las circunstancias y la heterogeneidad que existía antes.
Los conquistadores, en su época, eran vistos con gran admiración, no sólo en España, sino en toda Europa y sobre todo por parte de los ingleses, ¿verdad?
Sí. En el siglo XVI España era admirada porque fue pionera en algo que todo el mundo quería hacer.
Los ingleses querían imitar a Cortés y a Pizarro, y los hubieran imitado si se hubieran encontrado en América del Norte civilizaciones del calibre de los aztecas y los incas.
Lo que pasa es que como esa zona estaba muy despoblada, iniciaron un proceso de colonización que aparenta ser mucho más pacífico.
Pero en realidad, si se visita Estados Unidos y Canadá y luego se visita México y Perú uno se da cuenta de que los llamados 'genocidios' se dieron en otra parte.
A los conquistadores se les considera hoy seres absolutamente despreciables y espantosos. ¿La conquista de América no fue como la describe la "leyenda negra"?
No. La conquista de América no fue como la describen los defensores de la leyenda negra, quienes además para sus críticas se basaron fundamentalmente en los escritos de españoles.
Bartolomé de las Casas fue el más influyente, pero había muchos otros que estaban tratando de escandalizar a la corte de Carlos V para implementar reformas, porque se habían dado muchos abusos y había muchas cosas muy escandalosas en el Nuevo Mundo.
Francisco de Vitoria hizo un crítica mucho más fuerte y radical que Las Casas, pero desde una perspectiva bastante más calmada, jurista y teológica.
Dentro de España también hubo críticas por lo que había pasado, y qué bueno que fuese así. Eso muestra que España no era un asidero del oscurantismo, al contrario.
Hay que poner lo sucedido y a los conquistadores en su contexto y tratar de entenderlos en ese contexto, no desde una perspectiva posterior que confunde y distorsiona.
Fray Bartolomé de las Casas probablemente fue quien con más fuerza denunció las atrocidades de los conquistadores en América Latina. Usted sin embargo sostiene que muchas de sus afirmaciones son exageradas….
Claro. Sus diatribas -porque así se llamaban- la "Brevísima relación de la destrucción de las Indias" o "Del único modo de atraer a todos los pueblos a la verdadera religión", así como muchas de sus cartas, tienen exageraciones palpables.
Cuando dice por ejemplo que de los dos millones de habitantes que tenía el Caribe a la llegada de Colón apenas quedaban 15.000, está claro que es una exageración desmedida.
Nadie sabe cuántos habitantes tenía el Caribe cuando desembarcó Colón, pero todos los estudios modernos y los cálculos más aceptados en la actualidad sostienen que, si nos vamos muy arriba, no había más de 300.000 personas, y para cuando Las Casas hacía sus denuncias no había menos de 80.000.
Por supuesto que fue una tragedia, eso nadie lo niega. Pero las cifras de Las Casas son muy exageradas, y con toda la intención.
¿Con qué intención?
El estilo de la época era exagerado. Los cruzados hacían exactamente lo mismo en sus relatos, hablaban por ejemplo de ríos de sangre en Jerusalén que les llegaban hasta las caderas de tanta gente que habían matado.
Imagínese un río de sangre, eso no puede suceder. Era un mecanismo retórico para entretener al lector. Y los lectores de entonces tenían una sensibilidad muchísimo menos pulcra que la que tenemos ahora; no se ofendían tan fácilmente como hoy en día.
¿Considera una caricatura la imagen actual que se tiene de los conquistadores?
Completamente, pero es muy difícil hablar de este tema. La gente que no ha leído mi libro cree que estoy loco. "¿Cómo es posible que escribas un libro que no condene completamente a esos bárbaros?", me dicen. Pero no eran unos bárbaros. Yo he tratado de hacer la labor del historiador.
Si la Historia ofende, hay que saber por qué ofende, no simplemente tirar estatuas.
Yo creo que el libro ha salido en un momento realmente interesante. Yo no me lo esperaba, porque lo empecé a escribir hace unos cinco años pero tardé mucho por varias razones: estaba cuidando a mi padre, dando clases en la universidad… Escribirlo fue una labor con muchas interrupciones.
Yo no me imaginaba que iba a coincidir el movimiento Black Live Matters y la crisis desatada tras el asesinato de George Floyd. La versión inglesa del libro salió hace año y medio e iba a salir simultáneamente con la estadounidense, que finalmente se lanzó hace un mes.
No salió antes porque prefirieron la prudencia ante dicha situación. Me dijeron que no se podía, que era imposible publicar un libro sobre ese tema en este preciso momento.
¿Debería España pedir perdón por la conquista de América, como pide el presidente mexicano López Obrador?
¿Cómo es posible pedir eso si en la época no había Estados nación?
España no era nación, el reino de Castilla y el reino de Aragón acababan de unificarse. Carlos V es el primer monarca realmente español, porque heredó las dos coronas. Pero él no concebía su poderío como un poderío nacionalista.
Carlos V era el emperador del Sacro Imperio, y España era una región de ese Sacro Imperio, no era un Estado-nación moderno.
Pensar que España como nación se impuso a México o a Perú como naciones autónomas independientes no tiene el menor sentido.
¿Y desde el punto de vista ético o moral considera que los españoles, como impulsores de esa conquista, deberían disculparse?
Hay una polarización muy extrema entre los que se llenan de vergüenza por lo que hicieron los españoles y los que dicen que la conquista fue una empresa civilizadora como nunca se había visto, y que los españoles no cometieron ningún crimen.
Hay que recalcar que los conquistadores eran seres humanos, tan humanos y tan falibles como nosotros, con sus luces y sombras, como todos nosotros. Por supuesto que hubo muchísimas atrocidades, muchas cosas que sí deben causar vergüenza y que de hecho la causaron en su época.
Como ya he dicho, la crítica más fuerte a la conquista española que ha habido en la historia fue la de Francisco de Vitoria, más fuerte que la de Bartolomé de las Casas, y que hizo mientras estaba sucediendo la conquista.
De modo que el perdón ya se pidió hace mucho, muchísimo tiempo.
¿Qué tiene que ver la España moderna con eso? Yo creo que lo que se tiene que hacer es entablar una conversación para llegar a un entendimiento de las raíces comunes que tenemos y de la cultura que ha surgido de ese encuentro, que es muy rica comparada con la expansión de la cultura anglosajona, más basada en el comercio y en lo material.
La cultura hispana tiene raíces muy fuertes en la cultura, en la religión, en el arte. Sólo hay que dar una vuelta por toda Hispanoamérica para comprobarlo.
Usted es mexicano. ¿Cómo ha sido recibido el libro en México?
Por lo pronto muy bien, ha tenido buenas reseñas. Claro, que los que han escrito son amigos.
Este artículo es parte del Hay Festival Arequipa digital, un encuentro de escritores y pensadores que se realiza del 1 al 7 de noviembre de 2021.
"Es absurdo hablar de genocidio en el contexto de la conquista de América": Fernando Cervantes, historiador mexicano. Recuperado de BBC. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-59037914
Republicanos vs. Monárquicos - Congreso Constituyente del Perú de 1822
El Congreso Constituyente del Perú fue instituido el 20 de septiembre de 1822 durante el gobierno del protector José de San Martín, fue presidido por el arequipeño Xavier de Luna Pizarro. Este Congreso debía de sentar las bases jurídicas para el buen funcionamiento del nuevo Estado independiente. Ya para aquella fecha el Congreso albergaba diferentes posturas ideológicas.
Este primer Congreso no estuvo libre de escándalos, ya que en las elecciones de diputados hubo algunos fraudes por parte de candidatos republicanos como el caso ya conocido de Manuel Antonio Colmenares y otros, con la compra de votos. Por su parte los monárquicos trataron de convencer a opositores de pasarse a su bando ofreciéndoles algunos puestos ministeriales a futuro.
Uno de los debates más importantes que se produjeron entre los miembros del Congreso fue sobre el sistema de gobierno que debía de adoptar el Perú independiente, aquí hubo dos bandos:
1.- Republicanos (liberales, conservadores, federalista y centralistas)
2.- Monárquicos (liberales, conservadores, federalistas y centralistas)
El protector José de San Martín no era un profundo conocedor de la compleja sociedad peruana, sin embargo bajo sus experiencias en el Rio de la Plata y Chile, además de la influencia de Monteagudo, deseaba que ese Congreso optara por instaurar una Monarquía Constitucional. José de San Martín pese a tener las facultades para imponer un modelo de régimen no quiso hacerlo, el creyó que los diputados peruanos eventualmente optarían por hacerlo de manera democrática.
“Así pues, debe discutirse si convendría una Monarquía Constitucional o una Democracia Representativa. La Inglaterra, la Francia y la Holanda, son los modelos de la primera: Los Estados Unidos de América son los de la segunda”.
Republicanos:
En el Congreso los republicanos estaban liderados por Pérez de Tuleda, José Faustino Sánchez Carrión y José de Arce. Los republicanos lejos de mirar al interior del Perú miraron hacia Norteamérica, su objetivo era que se instaurara el modelo de gobierno más novedoso que había en el mundo, la Republica Representativa, creían que de esta manera el país naciente alcanzaría el esplendor de las naciones libres.
Monárquicos:
Los monárquicos por su parte estaban liderados por José Ignacio Moreno. Ellos deseaban un cambio más moderado y secular, con un toque paternalista, su objetivo era preparar a la sociedad peruana para que en un futuro pudieran ejercer su libertad de manera responsable. Ellos sostenían que la sociedad peruana “yace en las tinieblas de la ignorancia” y darles las libertades que corresponden a una República solo los condenaría a la inestabilidad y trastorno.
Hay que precisar que estos monárquicos añoraban ser como Europa, por ende querían traer a un príncipe ilustrado de Europa para que pueda reinar el Perú.
Finalmente los republicanos terminan por imponerse, ya que eran mayoría, y sus argumentos resultaron ser más persuasivos entre la clase política criolla, clase que añoraba lo nuevo y novedoso. La República nace oficialmente el 12 de noviembre de 1823, durante la gestión del presidente José Bernardo de Tagle y la promulgación de la Constitución Política de la República Peruana.
Referencias:
.- La monarquía en América, Carlos A. Villanueva (1912).
.- Los orígenes del gobierno representativo en el Perú: las elecciones (1809-1826), Valentín Paniagua Corazao (2003).
.- Rituales del poder en Lima: (1732-1828) De la monarquía a la república, Pablo Ortemberg (2014).
Causas de la rebelión de Túpac Amaru II
Causas de la Gran Rebelión de 1780
La Principal Causa:
Para los historiadores Garrett y Cahill fue la consolidación de la identidad mestiza de José Gabriel Túpac Amaru tras un largo proceso de crisis identitaria que sufrió desde niño hasta el litigio que tuvo con los Betancur-Túpac Amaru durante su adultez. José Gabriel se asume al final como un redentor y mesías mestizo (Inkarri o Inca Rey) que debe de conducir un proyecto político --que hasta ahora no está claro-- que tiene como finalidad la erradicación del “mal gobierno” en Sudamérica.
Otras Causas:
La negativa de los indios mitayos (clase baja) para ir a la mita minera debido a los abusos y pésimas condiciones de trabajo. Por esto mismo los caciques de muchas regiones del Cuzco comenzaban a presentar quejas al corregidor de su provincia, dado que los indios plebeyos de sus jurisdicciones se negaban a obedecerles.
El abuso de los corregidores hacia los indios plebeyos en los obrajes y con los repartos de mercancías (venta obligatoria).
El nepotismo, la burocracia virreinal y la poca eficiencia de las autoridades al momento de darle solución a las peticiones de las autoridades indígenas.
El establecimiento de las aduanas y el alza de las alcabalas por disposición de los Borbones hizo que la baja nobleza indígena y la baja burguesía (comerciantes) de la época se vieran afectados en sus negocios. José Gabriel pertenecía a la baja nobleza --clase media de la época--, pues tenía un negocio de transporte y comercio en una ruta que él controlaba.
La influencia ideológica de los Comentarios reales de los incas del Inca Garcilaso de la Vega y los pensamientos de la ilustración que iban en contra de las políticas restrictivas. Esto influyó en José Gabriel durante su estancia en Lima.
La actitud negativa de la Real Audiencia de Los Reyes (Lima) al momento de legitimar la ascendencia incaica de José Gabriel Túpac Amaru como heredero legitimo del soberano Felipe Túpac Amaru. Así como su fracaso al momento de reclamar el Marquesado de Santiago de Oropesa.
Las constantes afrentas por parte del Consejo de los 24 Electores Incas del Cuzco hacia José Gabriel, muy a pesar de que su tío-abuelo Bartolomé Túpac Amaru había sido admitido en el Consejo en 1715.
Referencias:
Élites indígenas en los Andes: nobles, caciques y cabildantes bajo el yugo colonial, Patrick Cahill (2003).
Shadows of Empire: The Indian Nobility of Cusco, 1750-1825, David T. Garrett (2005).
Nobleza, identidad y rebelión: los incas nobles del Cuzco frente a Túpac Amaru (1778-1782), David Cahill (2003).
Tupac Amaru y el Marquesado de Oropesa, CBLC (2003).
El Consejo de los 24 Electores Incas del Cusco declaró enemigo a Túpac Amaru II
La Guerra de los Amarus: Litigio por el Marquesado de Santiago de Oropesa (1777-1780)
Este es un conflicto judicial que comprende los años 1777-1780, donde los Betancur-Túpac Amaru y los Túpac Amaru se enfrentan en la Real Audiencia de Lima por su reconocimiento como legítimos descendientes del ultimo monarca del Reino de Vilcabamba, Don Felipe Túpac Amaru, y por el título vacante de Marqués de Santiago de Oropesa.
A partir del año de 1777 en la Audiencia y Cancillería Real de Los Reyes (Lima) se enfrentaron estas 2 familias de la elite cuzqueña, una en proceso de ratificación y la otra sin ratificar. Esto debido a que en 1741 murió la española María de la Almudena Enríquez de Cabrera y Almansa de Velasco e Inca, titular del Marquesado de Santiago de Oropesa.
Don Diego Felipe Betancur-Túpac Amaru afirmaban descender del último monarca de Vilcabamba por la línea de Juan Túpac Amaru, mientras que Don José Gabriel Túpac Amaru por la línea de Juana Pilcohuaco.
Don José Gabriel Túpac Amaru no se enfrentó directamente a su rival Diego Felipe, sino a Don Vicente García Rodríguez, esposo de Doña María Gertrudis Avendaño Betancur-Túpac Amaru, hija del litigante. El litigio no tuvo ganadores y ambas familias perdieron mucho, tanto su honor, como grandes sumas de dinero en juristas, genealogistas, apoderados y heraldos.
En el año de 1779 Don José Gabriel se encontraba sumido en el disgusto absoluto por el proceder de la justicia frente a su reclamo, con su identidad totalmente mermada, con la ruina económica ya muy cercana y para colmar el vaso el Consejo de los 24 Electores Incas del Cusco lo habían declarado como su enemigo. Por consiguiente, en el año de 1780 estalla en el Virreinato del Perú la Gran Rebelión de Túpac Amaru, quien se hace proclamar “Inca Rey del Perú”, bajo el nombre de José I, desencadenando así uno de los mayores conflictos registrados en la historia de estas tierras y que según Charles F. Walker condujo a la muerte de más de 100 mil personas de todas las edades, clases y etnias.
Referencias.
.- La rebelión de Tupac Amaru, Charles F. Walker (2014).
.- Élites indígenas en los Andes: nobles, caciques y cabildantes bajo el yugo colonial, P. Cahill (2003).
.- Nobleza, identidad y rebelión: los incas nobles del Cuzco frente a Túpac Amaru (1778-1782), P. Cahill (2003).
Nobles indígenas del Perú que viajaron a España
Esteban Mira Caballos y Eric Taladoire sostienen que durante los años en los que Europa administraba gran parte de los territorios americanos hubo un proceso de intercambio poblacional, donde los indígenas no estaban excluidos, sino que formaron parte activa de las migraciones, ya sea de manera voluntaria o forzada.
Se calcula según estimaciones de L. Thierry que en los siglos XVI, XVII y XVIII viajaron a Europa más de 6000 indígenas americanos, entre nobles (de quienes existen mayores registros) y personas del común, teniendo como principales destinos a España, Portugal, Inglaterra, Francia, Italia, entre otros países. La mayor parte de ellos murieron al no adaptarse, por enfermedades, otros explotados, en tanto otros se quedaron a vivir allá o retornaron a América.
“La independencia de los Estados Unidos en 1776 y de los países de América Latina a principios del siglo XIX volvió caduco el recurso a Europa: los caciques indígenas y los mestizos ya no encontraban su lugar y tampoco eran bienvenidos. Poco a poco el indio volvió a ser un buen salvaje, un objeto de curiosidad, y más adelante una especie en vías de desaparición”.
Indígenas del Perú
Los primeros indígenas del Perú que viajaron a Europa eran de dudosa procedencia, pues sostenían ser parientes de los curacas locales que fueron sometidos por los Incas, estos habían servido de guías y traductores a los conquistadores españoles en la primera mitad del siglo XVI.
El historiador y arqueólogo francés Eric Taladoire realizó una lista de nobles indígenas del Virreinato del Perú que viajaron a España durante los casi 3 siglos de dominio hispánico. Muchos de estos nobles iban a la urbe a presentar su hoja de servicios al rey, para exigir mercedes y privilegios por la participación de sus antepasados en la Conquista y Pacificación, otros eran nobles dedicados al comercio, en tanto otros se fueron a vivir allá de manera permanente. Los nobles indígenas no podían viajar a Europa sin permiso del Virrey del Perú y si es que no se podían costear el viaje.
Relación de nobles indígenas del Perú que viajaron a España:
-Martin Pizarro “Martinillo”
-Francisco Inca Atahualpa
-Gómez Suárez de Figueroa
-Sebastián Pomahilaquita
-Alonso Atahualpa
-Pedro Carrillo de Soto Inca
-Antonio Silquigua Yupanqui
-Juan de Astohuarcaya
-Francisco Tupac Tauche Inca
-Francisca Pizarro
-Felipe Guacrapaucar
-Felipe de Santiago Inca
-Francisco Cangaguala Limaylla
-Francisco Ticsi Cangaguala
-Diego de Figueroa Cajamarca
-Diego Guaynato Marropo
-Alonso de Mesa Huaco
-Beatriz Clara Coya Inca
-Melchor Carlos Inca
-Baltasar Zamán Inca
-Antonio Collatupa
-Gaspar Gomes Inca
-Juan de Ayala Inca
-Juan Yupanqui
-Juan Guaynapire
-Bartolome Aylas
-Bartolome Inca y Orozco
-Jeronimo Lorenzo Limaylla
-Sebastian Inquil Yupanqui
-Alonso Márquez Inca de Figueroa
-Bernardo Inca
-Toñi Cayche
-Juan de Bustamante Carlos Inca
-Calixto de San Jose Túpac Inca
-Carlos Chimo Cápac
-Vicente Mora Chimo Cápac
-Carlos Titu Amaru
-Blas Tupac Amaro
-Fernando Túpac Amaru
-Juan Bautista Túpac Amaru
-Manuel Uchu Inca Yupanqui
-Dionisio Uchu Inca Yupanqui
Referencia:
.- The Indigenous Struggle for Justice in Sixteenth-Century Spain, Nancy E. van Deusen (2015).
.- De América a Europa: Cuando los indígenas descubrieron el Viejo Mundo, Éric Taladoire (2014).
.- Indios y mestizos americanos en la España del siglo XVI, Esteban Mira Caballos (2000).
Resistencia realista después de la independencia
Tras la Capitulación de Ayacucho de 1824, militares indígenas y españoles del Ejército del Perú (realistas) liderados por el brigadier general Antonio Navala Huachaca iniciaron su resistencia y se asentaron en San José de Iquicha (Ayacucho), declarando el lugar como autónomo e independiente de la República del Perú, jurando fidelidad a la Corona de España. Aquella resistencia perduró desde 1824 hasta 1828.
Entre los líderes de la resistencia se destacaban Prudencio Huachaca, Nicolás Soregui, Francisco Garay, Francisco Lanche, Tadeo Chocce y el presbítero Mariano Meneses.
En junio de 1826, los rebeldes bajo el comando de Huachaca logran tomar el pueblo de Huanta convirtiéndolo en centro de operaciones. Tenían planeado capturar Huamanga y Huancavelica, para luego atacar Lima.
Con el apoyo de arrieros, comerciantes, campesinos y dos fracciones desertoras de los Húsares de Junín, intentan tomar Huamanga (Ayacucho), pero son derrotados por la guarnición de la ciudad. El más notable suceso de esta etapa fue el combate de Uchuraccay (1828), donde el comandante Gabriel Quintanilla enfrentó a los realistas por un lapso de dos horas. En este combate cayó valientemente Prudencio Huachaca, y el sargento mayor Pedro Cárdenas, entre otros, y asimismo el capitulado José Pérez del Valle, que falleció pocos días después.
No habiendo podido capturar al general Huachaca, los republicanos se ensañaron con su esposa e hijos, así como con sus comandantes principales, quienes fueron hechos prisioneros y remitidos a Ayacucho.
Fuente:
.- The Plebeian Republic: The Huanta Rebellion and the Making of the Peruvian State, Cecilia Méndez (2005).
La expulsión de españoles y la ruina económica del Perú
El problema para los demás países recién “independizados” es que el Perú era el virreinato (o reino) más importante del Imperio Español en América del Sur. En las guerras de “independencia” más que independizarse de España que andaba ocupada lidiando contra la invasión de las hordas napoleónicas, los demás países en el fondo se independizaban del Perú. El Ejército Real del Perú o Ejército Realista luchó victoriosamente por muchos años aplastando cualquier intento separatista.
La “Expedición Libertadora del Perú” fue conformada por miles de chilenos, cientos de rioplatenses (argentinos) al mando de oficiales británicos que buscaron la destrucción del Virreinato del Perú y la decapitación de la élite dirigente peruana que era española.
Hugo Pereyra, es doctor en Historia, miembro del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, cónsul peruano en Guayaquil, en este vídeo explica lo perjudicial que resultó para el Perú la expulsión de españoles que forzaron rioplatenses y chilenos de nuestro virreinato.
Esta ponencia se realizó a través de la Asociación de Estudios Históricos de Tacna
Estudios Hispánicos del Perú
En Youtube: https://www.youtube.com/c/EstudiosHispánicosdelPerú
La independencia frenó y destruyó la economía del Reino del Perú
Comentando los estadísticos que hemos tabulado en la tabla V-9 que muestra, por segmentos, las tasas de crecimiento de las variables macroeconómicas más importantes: población, PIB per cápita y PIB. Podemos extraer de esta varios resultados interesantes. El primero, parecería contradecir la visión convencional sobre el siglo XVIII porque el Perú muestra, en todos los indicadores, resultados más favorables que los del Reino Unido. Mientras que la población, el PIB per cápita y el PIB crecen a tasas iguales a 0.67, 0.33 y 1.01, respectivamente; en la economía del Reino Unido, estos indicadores lo hacen a tasas promedio iguales a 0.50, 0.31 y 0.81. Es curioso comprobar cómo el dinamismo del Virreinato del Perú en el siglo XVIII era equivalente al de la economía británica en los años inmediatamente anteriores a los de la Revolución Industrial. En realidad, el crecimiento de la economía peruana fue mayor, ya que hay en el siglo XVIII una diferencia de casi 1 punto porcentual entre el crecimiento del índice de producción global británico y el peruano. En consecuencia, en el siglo XVIII no se registró ningún aumento en el diferencial de PIB per cápita, sino una leve reducción. Cuando realizamos este ejercicio considerando, como lo hace Maddison, el lapso 1700-1820, obtenemos el resultado contrario. De manera que la diferencia en el desempeño se explica, fundamentalmente, por lo que ocurrió en los primeros 20 años del siglo XIX. En esos años, ambas economías experimentaron, por las guerras napoleónicas, un fuerte descenso en su dinamismo económico, pero mientras que Inglaterra experimentó una leve reducción en el PIB per cápita, en el Perú se produjo una catástrofe económica que eliminó todas las ganancias ganadas el siglo precedente.
Tesis :BREVE HISTORIA DE LOS PRECIOS, POBLACIÓN Y ACTIVIDAD ECONÓMICA DEL PERÚ: RECONSTRUCCIÓN DE LAS CUENTAS NACIONALES, 1700-2013
Autor. LUIS BRUNO SEMINARIO DE MARZI
Fuente: http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/handle/20.500.12404/5874
Leonor, futura reina de España y emperatriz del Perú
Galería de retratos de los Emperadores del Perú, año 1744 |
El título “emperador del Perú” lo llevaron los 14 monarcas del gran Imperio Inca, una vez producida la conquista el Tahuantinsuyo fue incorporado a la Monarquía Española, durante el Virreinato del Perú, ese título lo poseyeron los Reyes de España, existen documentos y cuadros de la época que confirman ello.
Por ejemplo, en el caso de Luis I de España, la nobleza indígena le llamaba “Inca”, exactamente “Inca Don Luis Primero”, porque “Inca” en idioma quechua significa Rey, Emperador o Jefe Supremo.
Con la separación de España y el inicio de la república, se interrumpió la sucesión de Emperadores del Perú.
De acuerdo a Fernando de Trazegnies, la Monarquía Española había reconocido las bases tradicionales de la nobleza inca, incorporándola al derecho español. Así, subsistió hasta 1823 cuando el Congreso de la República del Perú independizado declaró la abolición de todos los títulos, fueran estos de origen español o indígena. Según Trazegnies, las familias españolas mantuvieron su posición, pero las indígenas lo perdieron todo, perdieron todo poder e influencia.
En la actualidad el título de “Emperador del Perú” parece haber quedado en el olvido, aunque el rey de España aún posee títulos históricos bajo la forma de pro memoria.
¿Pero qué es un título bajo la forma de pro memoria?
Un título pro memoria hace referencia a un territorio sobre el cual el rey NO EJERCE DOMINIO ALGUNO pero que es utilizado por un monarca de FORMA HONORÍFICA POR MOTIVOS HISTÓRICOS Y SENTIMENTALES, es decir su uso es inofensivo y no conlleva perjuicio alguno hacia ningún país soberano. El carácter inofensivo del título pro memoria lo diferencia del título de pretensión, el cual también hace referencia a un territorio perdido en el pasado, pero siempre de una forma reivindicativa.
Bajo esta modalidad, en la actualidad el rey de España conserva entre sus títulos históricos varios ejemplos de títulos pro memoria, como el de «rey de Jerusalén», el de «duque de Milán» o el de rey de las «Indias Occidentales».
Las Indias Occidentales hacen referencia a América y siguiendo esa línea, el título de “Emperador del Perú” se convierte en un título histórico pro memoria, Felipe VI de España sería el XXXI Emperador del Perú y su hija la Princesa Leonor, futura Reina de España, se convertiría en la XXXII Emperadora o Emperatriz del Perú. (léase: trigésima segunda)
LISTA COMPLETA DE EMPERADORES DEL PERÚ
1. I Emperador del Perú - Manco Cápac
2. II Emperador del Perú - Sinchi Roca
3. III Emperador del Perú - Lloque Yupanqui
4. IV Emperador del Perú - Mayta Cápac
5. V Emperador del Perú - Cápac Yupanqui
6. VI Emperador del Perú - Inca roca
7. VII Emperador del Perú - Yahuar Huaca
8. VIII Emperador del Perú - Inca Viracocha
9. IX Emperador del Perú - Pachacútec
10. X Emperador del Perú - Amaru Inca Yupanqui
11. XI Emperador del Perú - Túpac Inca Yupanqui
12. XII Emperador del Perú - Huayna Cápac
13. XIII Emperador del Perú - Huáscar
14. XIV Emperador del Perú - Atahualpa
INCORPORACIÓN DEL IMPERIO INCA A LA MONARQUÍA ESPAÑOLA
NOBLEZA INDÍGENA RECONOCIDA POR EL DERECHO ESPAÑOL CON ESCUDOS Y PRIVILEGIOS
15. XV Emperador del Perú - Carlos I
16. XVI Emperador del Perú - Felipe II
17. XVII Emperador del Perú - Felipe III
18. XVIII Emperador del Perú - Felipe IV
19. XIX Emperador del Perú - Carlos II
20. XX Emperador del Perú - Felipe V
21. XXI Emperador del Perú - Luis I
22. XXII Emperador del Perú - Fernando VI
23. XXIII Emperador del Perú - Carlos III
24. XXIV Emperador del Perú - Carlos IV
25. XXV Emperador del Perú - Fernando VII
PERÚ SE SEPARA DEL IMPERIO ESPAÑOL
INICIO DE LA REPÚBLICA
TÍTULO HISTÓRICO DE “EMPERADOR DEL PERÚ”
SOLO BAJO LA FORMA DE PRO MEMORIA
26. XXVI Emperador del Perú - Isabel II
27. XXVII Emperador del Perú - Amadeo I
28. XXVIII Emperador del Perú - Alfonso XII
29. XXIX Emperador del Perú Alfonso XIII
30. XXX Emperador del Perú - Juan Carlos I
31. XXXI Emperador del Perú - Felipe VI
32. XXXII Emperador del Perú - Futura Reina de España, Su Alteza Real la Princesa Leonor.
Su Alteza Real la Princesa de Asturias, doña Leonor de Borbón y Ortiz |
En cuanto al término “emperadora” o “emperatriz”, ambos son válidos y pueden ser usados indistintamente. Finalmente, agregar que hay una estatua gigante del Inca Atahualpa en el Palacio Real de Madrid al lado de otros Monarcas Españoles, a ese nivel de respeto y consideración para colocar a un Inca al lado de personajes importantísimos. Ni en el Palacio de Gobierno del Perú actual donde tienen un cuadro de Túpac Amaru II.
Fuentes:
Existen diferentes cuadros y galerías así como documentos que corroboran lo aquí expuesto, aquí citamos algunas fuentes:
- 22 retratos de los incas y los soberanos españoles que gobernaron el Perú: 14 emperadores incas desde Manco Capac hasta Atahualpa y 8 reyes españoles desde Carlos I hasta Fernando VI.
- ¿VIVA EL INCA LUIS I?
- FERNANDO VI DE ESPAÑA, XXII Emperador del Peru [Material gráfico]
¿Los españoles se llevaron el oro y la plata?
Lo tragicómico es que aún hay peruanos, en particular aquellos con poca formación académica, que aún andan diciendo que los españoles se “robaron” el oro y la plata, como si de una excusa lastimera se tratara para explicar el tercermundismo que nos aqueja. El oro y la plata están aquí, en la actualidad, y cada año exportamos inmensas cantidades al exterior.
Vale recordar que para los incas tanto el oro como la plata, no tenían ningún valor económico.
También teniendo en cuenta que, tras la conquista, estos territorios pasaron a formar parte del territorio español, casi toda América era territorio de España, el Virreinato del Perú era un reino o una provincia de ultramar de España, nosotros fuimos España durante casi tres siglos.
¿Cómo los españoles “robarían” algo si este territorio fue territorio español? Por ley un porcentaje de lo extraído debía ser destinado a la Península, lo que se llamó el quinto real. Es como en la actualidad, los minerales que se extraen de ciudades como Cerro de Pasco o La Oroya, parte de lo obtenido se queda en Lima, pero no por ello en Lima están “robando” las riquezas de otras provincias, esto corresponde a un tema de gestión de los diferentes presupuestos del estado.
Los españoles en América fundaron innumerables ciudades, fundaron más de una veintena de universidades mientras que los ingleses en América del Norte recién fundaron su primera universidad dos siglos después y los portugueses nunca fundaron ninguna, la primera universidad de América está en Lima. Crearon iglesias por doquier e introdujeron a los nativos al cristianismo, quienes dejaron sus religiones politeístas algunas que les pedían sacrificar niños o abrirles el corazón por una religión en la cual Dios entregaba a su hijo para limpiar nuestros pecados.
El Imperio Español se convirtió en la primera potencia del mundo y nosotros como Virreinato del Perú fuimos una parte importante en la estructura del reino. Lima o Ciudad de México tenían una calidad de vida superior a la de Paris o a la de Londres. Por ello nunca existió una corriente independentista propia, el Perú fue independizado por extranjeros relacionados a la masonería como San Martín y Bolívar que trabajaron a favor de los intereses ingleses. El Perú era el centro realista del continente, desde donde se enviaban las órdenes para frenar a los anticristos independentistas. Hay historiadores que afirman que, más que independizarse de España, en América del Sur, los demás países se estaban independizando del Perú.
Tanto Inglaterra como Francia buscaron la destrucción del Imperio Español, en América solo existían cuatro virreinatos y algunas capitanías generales, después de las independencias nos convertimos en veinte países pequeños enfrentados los unos a los otros endeudados con Inglaterra, el Imperio Español del cual formábamos parte y su liderazgo mundial cayó, para cederle el lugar a países como Inglaterra o Estados Unidos que nos endeudaron hasta el cuello. Ellos tomaron el liderazgo, nosotros caímos.
No se puede aceptar más aquella afirmación del “se robaron mi oro y mi plata”, y de la manera más majadera achacarles a los españoles en la actualidad responsabilidad porque ellos nada tienen que ver con sucesos que se cometieron hace ya cinco siglos.
Regimos el mundo trabajando en unión y hermandad, tenemos el mismo idioma y la misma fe, solo volviendo a juntar fuerzas volveremos a liderar el mundo como alguna vez lo hicimos, caminando solos, imposible.
En la unión está la fuerza.
Mapa del Virreinato del Perú al iniciar y finalizar (1542-1824)
En diferentes documentos de la época se refieren al Virreinato del Perú como «Reino del Perú» o «Reinos del Perú»
La creación del Perú fue obra del rey Carlos I de España de la Casa de Habsburgo, el 20 de noviembre de 1542, en Barcelona se firmó las llamadas ‘Leyes Nuevas’, un conjunto legislativo para América entre las cuales dispuso la creación del Virreinato del Perú.
Cuando se proclama la independencia del Perú el 28 de julio de 1821 en España se vivía lo que se conoce como el Trienio Liberal, un levantamiento militar liderado por Rafael del Riego, recién es en 1823 que el rey Fernando VII de la Casa de Borbón es repuesto en el poder.