Acerca de Estudios Hispánicos del Perú

Estudios Hispánicos del Perú

 
Espacio de aprendizaje e intercambio desde una perspectiva revisionista que fomenta la hispanidad y los buenos lazos de amistad entre el Perú y España, abiertamente se contribuye con la erradicación de la leyenda negra.

Contacto: 

estudioshispanicosperu@gmail.com

Enlaces: 

En Blogger: https://estudioshispanicosdelperu.blogspot.com
Enlace corto de este blog: https://bit.ly/374cIqA
En Facebook: https://www.facebook.com/EstudiosHispanicosdelPeru

Misión:

  • Portal de historia y cultura desde una óptica revisionista.
  • Se fomenta la Hispanidad, los buenos lazos de unión y hermandad entre el Perú,  España y demás países del mundo hispano.
  • De manera férrea se combate contra la leyenda negra, entendiéndose esta como falsas historias que se han tomado erróneamente como verdades.
  • Si existe una corriente monárquica peruana, este espacio es participe de ella, pues consideramos que el sistema republicano no es acorde a la esencia de los peruanos que es monárquica.

Visión:

  • Ser un portal revisionista referente en el mundo cultural.

Dirección: Luis Daniel Ortega Ingaruca

 

Estudios Hispánicos del Perú integra una alianza de espacios hispanistas a nivel global a través de Despertar Hispano, un punto de encuentro y divulgación de todos los hispanos e hispanistas.

 
 
Estudios Hispánicos del Perú colabora con: 

Asociación Cultural Dionisio Inca Yupanqui 

Organización sin fines de lucro cuyo propósito es rescatar, difundir y promover la cultura del Perú en su dimensión y características mestizas, como producto de la unión entre la sangre hispana y andina, reconociendo el valor de ambas raíces, hispana y andina, por igual.

Colaboraciones

Colabora con Estudios Hispánicos del Perú

Este espacio demanda tiempo y dinero, puedes contribuir apoyando con donaciones económicas. 

Los nombres de las personas que contribuyan con Estudios Hispánicos del Perú apareceran en una sección de agradecimientos. 

¡Tu ayuda es bienvenida!

Estudios Hispánicos del Perú

Espacio de aprendizaje e intercambio desde una perspectiva revisionista. Se fomenta la hispanidad. Batalla cultural contra la leyenda negra.



Francisco Pizarro: ¿Sabías que el conquistador español lloró al ver muerto a Atahualpa?

 Nuevos datos sobre la muerte del inca Atahualpa están causando polémica en el mundo de la historia, pues según una nueva biografía de Francisco Pizarro, se indica que éste habría llorado cuando el último gobernante cusqueño fue ejecutado.

Atahualpa, quien se proclamó inca tras asesinar a su hermano Huáscar, fue apresado por el ejército español, que al mando de Pizarro lo mantuvo cautivo por más de seis meses en Cajamarca.

Durante este tiempo, el inca llevó plata y oro a dos aposentos para conseguir su libertad. Aunque encarcelado, tenía cerca a sus mujeres y servidores, convivía con los españoles: comía y jugaba a cartas o dados con Pizarro; de ahí que surgiera amistad entre ellos.

Pero los aposentos no se llenaban y los soldados recién llegados, especialmente de Diego de Almagro, estaban descontentos; decían que él se preparaba para matarlos. Un día dos indígenas dijeron que venían huyendo de su ejército, que estaba a tres leguas, y que en poco tiempo les atacarían sobre cincuenta mil guerreros.

Los cronistas presentes confirman aquel hecho; solamente Cieza de León, Betanzos y Pedro Pizarro, que no se hallaban, lo achacan a un error del lengua Felipillo.

Pizarro sabía que si les atacaban, perecerían todos. Sus capitanes decían que solo se podrían salvar si Atahualpa moría, pero él dudaba porque lo apreciaba; seguramente pensó en mandarlo a España, mas no había tiempo, dado que los guerreros se hallaban muy cerca de la ciudad. En tan dramáticos momentos, presionado por sus hombres, tuvo que tomar la decisión de entablarle un proceso.

Atahualpa fue juzgado y condenado a morir y al día siguiente se ejecutó la sentencia. Sobre las siete de la noche le sacaron de sus aposentos para conducirle a la plaza.

Por el camino preguntó que por qué le mataban y le dijeron que por haber mandado su ejército sobre Cajamarca. Respondió que aquel ejército pertenecía a su hermano Huascar y que los hombres que lo integraban eran enemigos suyos, pero aquella explicación no sirvió de nada y continuaron llevándole hacia el lugar de la ejecución.

Pizarro no había tenido más remedio que ordenar la ejecución, aún en contra de su voluntad, por eso el cronista sigue diciendo: “Yo vide llorar al marqués de pesar por no podelle dar la vida…”; a sus cincuenta y cuatro años, el soldado curtido en tantas batallas, lloraba de dolor por tener que ejecutar a quien había llegado a ser su amigo.

Fuente: ABC

Mapa del Perú en el año 1600


Mapa del cartógrafo portugués Luis Teixeira, 1600

Perú y Brasil abarcaban toda América del Sur

Todos somos mestizos, empezando por los españoles


Fue a partir de la Edad del Hierro cuando se establecieron (en España) pueblos originarios de distintos lugares, especialmente del Mediterráneo, que dejaron su impronta en el territorio peninsular. En el extremo sudoccidental se asentaron los tartesios (1200 a.C.), cuya procedencia es aún imprecisa. A ellos les siguieron grupos de origen indoeuropeo, entre otros, cronológicamente, los griegos, que se asentaron en la costa mediterránea con la fundación de colonias como Rodas o Ampurias; los fenicios, en el sur, donde fundaron la ciudad de Gadir (Cádiz); los iberos, establecidos originariamente en la costa suroriental, y los celtas (posteriormente denominados celtíberos), que, procedentes del centro de Europa, se asentaron en el norte peninsular y alcanzaron la meseta castellana. A ellos se debió la fundación de la mítica ciudad de Numancia.

En el siglo III a. C., los cartaginenses llegaron a la Península procedentes de Cartago, ciudad del norte de África, tras ser derrotados por Roma en la primera guerra púnica (237 a. C.). Dirigidos por Amílcar Barca, y después por Asdrúbal y Aníbal, ocuparon el valle del Guadalquivir y el litoral levantino, donde fundaron Carthago Nova (Cartagena). Poco después comenzaron los enfrentamientos con el Imperio romano y con los pobladores autóctonos (...). Se iniciaba así la segunda guerra púnica. El objetivo de Aníbal era llegar a la península Itálica y se dirigió con sus tropas hacia el norte, mientras Roma enviaba un ejército que desembarcó en Ampurias (218 a. C.) y estableció en los alrededores su base de operaciones -lo que actualmente es Tarragona-. Desde allí reconquistaron Sagunto, descendieron hacia el valle del Guadalquivir, tomaron la capital cartaginesa y fundaron Itálica, muy próxima a la actual Sevilla. Poco después se dio por finalizada la guerra y los cartagineses fueron expulsados de la Península.

Un mito muy extendido es que Hispania -nombre romano que recibieron los territorios peninsulares- se encontraba en la periferia del Imperio. Desde el punto de vista geográfico es innegable, pero la pertenencia a la estructura imperial proporcionó a la Península las primeras fuentes escritas, el latín las leyes, la administración territorial la estructura social, la base cultural, una economía más desarrollada y, posteriormente, la religión, que ha sido la base de la civilización occidental. Su integración fue tan grande que llegó a constituir una de las partes principales del núcleo de poder de Roma, y probablemente fue la región más "romanizada" de todo el Imperio después de la propia península italiana.

Los primeros años no fueron fáciles para Roma, que sofocó duramente los sucesivos levantamientos de los pobladores celtíberos y lusitanos (...) Ya desde el primer siglo de la era cristiana, la élite de Hispania jugó un papel importante en la vida política y cultural de Roma. Trajano, el primer emperador no nacido en la península italiana (98-117), era originario de Hispania, como también lo fue su sucesor, Adriano (117-138). Senadores, escritores, pensadores y ciudadanos ilustres compartieron el mismo lugar de nacimiento, como Séneca o Quitiliano. También fue en esta centuria cuando el emperador Vespasiano concedió el derecho de ciudadanía latina -ius latti- a las provincias de la Península (año 78)

Hasta el último cuarto del siglo V, los visigodos intervinieron en Hispania como aliados del Imperio romano de Occidente, ayudando a sus gobernantes en las luchas contra diversos pueblos germánicos que invadieron la Península. Durante los primeros años del siglo, oleadas de suevos, vándalos y alanos acabaron poco a poco con la autoridad romana... 

En el 711 llegaron los árabes, y España ha sido un crisol en el que se formó una cultura y una etnia que, trasladada a América, hizo de sus tierras un nuevo crisol que, mestizando genes y culturas, dio lugar a las naciones y culturas hispanoamericanas.

Tomado del Grupo de Despertar Hispano